20 noviembre 2012

Insisto, ¡cómo se puede ser tan retorcido!



Ya publiqué una foto de este sorprendente tronco de árbol retorcido, pero que al final consigue crecer paralelo a su intención inicial. Pareciera que a un gigante del lugar le ha dado por cultivar enormes bonsáis.

Si en la anterior ocasión el punto de vista también mostraba al río Loureiro en su rápido descenso al encuentro del Landro, dando la vuelta al árbol aparece en escena la preciosa cascada y laguna de otro de los muchos lugares mágicos de la Mariña lucense, la Poza de la Ferida.

6 comentarios:

  1. Desde luego la naturaleza si que es una artista, modela como quiere.
    Saludos.-

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  2. Me encantan los paisajes de río con cascadas y los caprichos de la naturaleza...

    saludos,

    Trini.

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  3. Vaya... que sitio mas bonito!!! La verdad es que el arbol no deja de ser curioso, no :)))

    Bicos!!!

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  4. Quiso hacerse clave de sol para la sinfonía del agua :)

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  5. · La vida, es la vida la que nos obliga a ser retorcidos.
    Bueno, el retorcido nos permite disfrutar de la Mariña lucense, esa gran desconocida.

    · un abrazo

    ···CR··· &·· ·LMA···

    ·

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  6. Que hermosos lugares... que colores! maravillosas fotografias! dedicadas cada una! Felicitaciones y saludos!

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